El narval es un animal acuático típico de la región comprendida entre el norte del océano atlántico y parte de la región del ártico. Su tamaño es casi dos veces el de un delfín y su característica más notable es la presencia de un colmillo largo y recto alineado con su mandíbula.
Debido al constante deshielo que se produce a causa del cambio climático, el alimento para estos animales ha comenzado a escasear. Esta situación ha llevado a los narvales a tener que trasladarse a otras regiones en búsqueda de sustento, en ocasiones haciéndoles perder el camino de regreso a casa.
Aún así, todo parece indicar que los narvales saben como sobrevivir y pasarlo muy bien en dondequiera que se encuentren.
La prueba está en un video que tomó el GREMM (Grupo de investigación y educación sobre los mamíferos marinos) con sede en Quebec, Canadá, en el cual se observa a un inteligente narval compartiendo la vida con un grupo de 10 ballenas beluga macho.
El narval ha sido visto compartiendo las aguas con su grupo de ballenas beluga desde hace tres años. Según los científicos, este simpático animal se comporta como si él mismo fuera una ballena beluga y participa en todos los juegos y actividades que estas suelen practicar como especie.
Donde fueres, haz lo que vieres
Si no fuera por su diferencia física, el narval pasaría desapercibido dentro del grupo, pues este sale a flote cuando las ballenas lo hacen, hace burbujas con ellas y navega las aguas que estas navegan.
A pesar de que esta amistad es algo inusual, según el grupo de investigadores del GREMM, es muy posible seguir viendo amistades de este tipo entre dos especies debido a los grandes cambios que está sufriendo la región del ártico.
Además, «Ya vimos este fenómeno en otras especies, como el oso polar y el oso pardo, que incluso se ha observado que se entrecruzan» añaden los científicos.
