Que la mente funcione a pleno rendimiento es algo importantísimo para el día a día. Por eso mucha gente hace ejercicios mentales para mantener su concentración en su máxima expresión. Estudios científicos han determinado que no solamente la meditación sirve para este cuidado de la mente, sino que el ejercicio aeróbico es también muy beneficioso.
Un estudio determina los beneficios de correr
Este estudio se ha llevado a cabo a través de 101 estudiantes universitarios. Con ellos se ha demostrado que un breve ejercicio aeróbico tiene beneficios directos en el funcionamiento de la mente. Esto es así especialmente por lo que hace a la velocidad y a la concentración.
Es decir, que se recomienda salir a correr durante un corto período de tiempo para aumentar nuestra capacidad de concentración. Se ha demostrado que el ejercicio aeróbico que proporciona una carrera de 15 minutos proporciona muchos beneficios a nuestro cerebro.
Correr durante un corto período de tiempo tiene grandes beneficios no solamente en nuestro rendimiento intelectual, sino también en nuestro humor. Este ejercicio también nos proporciona una gran energía y motivación de cara a las actividades diarias que tengamos que llevar a cabo. El hecho de no pensar en nada más que en avanzar y respirar nos permite mantener nuestra mente en un estado de concentración absoluta.
Correr aumenta la concentración mental
Fabian Legrand, en este artículo académico para la revista Acta Psychologica ha demostrado que correr tiene efectos emocionales directos en la salud de las personas. Es decir, que el ejercicio aeróbico tiene tantos efectos beneficiosos cognitivos que merece la pena añadirlo en nuestra rutina diaria. Para ello no hace falta correr muchos quilómetros y acabar exhausto. Sino que unos pocos minutos de ejercicio diario serían suficiente para notar la mejora en nuestro rendimiento.
Los participantes de este estudio tenían que completar tests cognitivos tras haber realizado dicho ejercicio físico. Así como denotar cómo se sentían a nivel de humor y motivación. Estos exámenes posteriores al ejercicio permitieron observar de manera racional los beneficios del ejercicio realizado. Es decir, que mediante estos tests se pudo ver objetivamente las consecuencias reales del ejercicio físico.
Es necesario seguir investigando
Posteriormente se reunió a los participantes que habían ido a correr 15 minutos en grupo junto con los que habían meditado durante el mismo período de tiempo. A ambos grupos se les hicieron las mismas preguntas dos minutos después del ejercicio que les había tocado hacer. Las preguntas eran relativas a cómo se sentían y cuánta energía tenían en el cuerpo.
En cuanto a la rapidez mental y el control de atención, aquellos estudiantes que habían ido a correr mostraron un resultado significativamente más alto. También hay que añadir que esta mejora en la cognición también se veía afectada por los sentimientos de motivación, energía y vigor. Es decir, que a nivel subjetivo los individuos que realizaron ejercicio aeróbico tenían la sensación de tener más atención a causa de la motivación que la carrera les había proporcionado.
Otro aspecto a tener en cuenta es que el ejercicio aeróbico lo realizaron en el exterior, mientras que la meditación se hizo en un recinto cerrado. Este es un hecho que puede haber afectado notablemente, ya que el contacto con el aire de la calle es un factor importante a tener en cuenta. Este es uno de los motivos por los que Legrand afirma que hace falta seguir estudiando este tema con profundidad.
